“Estrella distante” (1996) de Roberto Bolaño es una obra maestra del terror literario que nos permite entrever las zonas más oscuras de la literatura nazi que acompañó al derrocamiento de Allende.

El relato se centra en Carlos Wieder, Alberto Ruiz-Tagle o Jules Defoe, entre otros nombres falsos utilizados durante su prolífica existencia de poeta y asesino.

Bolaño se atreve a contar la imposición dictatorial desde los asistentes a un taller de poesía. Por intermedio de Wieder, el autor penetra en las operaciones intelectuales desplegadas por los golpistas, quienes leían y escribían.

La construcción narrativa de Wieder es una parte central del legado literario de Bolaño que nos ayuda a leer la actualidad: algunos viejos fueron partícipes directos de esas operaciones, literarias y de las otras. Los mismos viejos continúan reproduciéndolas entre nosotros.

La dictadura vive hoy en esos viejos, no importa cuál haya sido el bando que creyeron ocupar en aquellos años. El texto de Bolaño es indeleble porque explica los procedimientos de Wieder: la infiltración, siempre en pequeños talleres o conversatorios; el nombre falso; la duplicidad; la impostación; el interrogatorio; la profanación; la suplantación; la tortura; la amenaza; la manipulación; la intimidación.

La tesis central de Wieder y los torturadores: solo el dolor ata a la vida, solo el dolor es capaz de revelarla.

No los vamos a hacer matar, como en la novela de Bolaño. No tenemos un Abel Romero y esto no es ficción.

Los estamos viendo morir, estamos viendo cómo llega el suspiro final de realidad.